martes, 12 de marzo de 2013
En España antes de la conquista
A comienzos del siglo XIII, parte importante de los territorios que conformaban la futura España se hallaban en guerra contra los árabes, en lo que se ha denominado la Reconquista.
Los dos mayores reinos, Castilla-León y Aragón-Cataluña, encabezaban la ofensiva contra los musulmanes y, a lo largo del siglo, lograron reducirlos a una región situada alrededor de Granada.
Disminuido el peligro árabe, los diferentes reinos ibéricos se debatieron en querellas limítrofes (especialmente entre Castilla y Aragón) y una serie de conflictos motivados por las sucesiones dinásticas.
En medio de una tensa rivalidad castellano-aragonesa, en 1469 se efectuó el matrimonio entre Fernando, heredero de la corona de Aragón, e Isabel, hermana del rey de Castilla Enrique IV.
Esta unión no contó con el consentimiento del rey de Castilla, quien designó a su única hija Juana "la Beltraneja" como sucesora. Cuando falleció Enrique IV en 1474, la nobleza castellana apoyó, valiéndose de intrigas cortesanas, el nombramiento de Isabel como legítima heredera al trono.
En 1479, se firmó el Tratado de Alcaçovas-Toledo (1479) mediante el cual se puso fin al conflicto, se ratificó a Isabel como soberana de Castilla y se confinó a Juana en un convento en Coimbra. De esa manera, se consolidó la doble monarquía española y se inició el largo reinado de Isabel y Fernando, llamados los Reyes Católicos.
Finalmente, si bien el reinado de Fernando e Isabel terminó con la rivalidad entre Castilla y Aragón y trajo la paz a la Península, no se unificó a España bajo una sola corona.
Efectivamente, tal como señala el historiador español Joseph Pérez, "se ha dicho que los Reyes Católicos fundaron la unidad nacional en España. Es un error apreciativo.
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